miércoles, 26 de junio de 2013

UNA VISITA VIRTUAL A SYMBOLON... SANTA MARÍA LA MAYOR PARTE I

CREO EN EL ESPIRITU SANTO...
PARTE I - Resurrección, Espíritu Santo e Iglesia


Santuario de Nuestra Señora de Lourdes
Mosaicos, de Giandomenico Facchina, Leopold Durand (siglo XX)
DESCENDIÓ A LOS INFIERNOS

La bajada a los infiernos en la lógica de la Encarnación es pues esa voluntad de Dios en Jesucristo de aceptar y vivificar la historia de los hombres. Es el cumplimiento últimos de ese deseo de presencia y de comunión, de ese proyecto de salvación y de resurrección.

Pedro lo afirma: "Hasta a los muertos se les anunción la Buena Nueva". Jesus "fue a predicar a los espíritus en prisión". Los padres griegos Orígenes, Gregorio Nacianceno, Cirilo de Alejandría, Juan Damásceno, Juan Crisóstomo interpretan todos ellos la bajada a los infiernos como un misterio de salvación.

Es la fuerza del Resucitado, su palabra liberadora, que alcanza así no sólo a los contemporáneos de Jesús de Nazaret y a los que se encontraron en su camino con los discípulos, sino a los hombres de todos los siglos, de todas las generaciones. Todo hombre es así visitado por Cristo, hasta en su misma muerte.

Del Retablo de la Iglesia del Santo Sepulcro de Zaragoza: "Cristo desciende a los Infiernos" - Jaume Serra (1381-1382)

DIOS LO HA RESUCITADO: En el Nuevo Testamento la obra de la resurrección de Jesús se atribuye al Padre: Dios lo ha resucitado.  Y Jesús es  hasta tal punto una sola cosa con el Padre que da y devuelve la vida al que está asociado a esta obra de su propia resurrección, como a todas las obras del Padre.

VOLVERA GLORIOSO: Mientras Cristo no haya sido acogido, comprendido, traducido, cantado, vivido en todas las mentalidades, en todas las culturas, en todas las búsquedas espirituales que han marcado y que marcarán a la humanidad hasta el final de los tiempos, le faltará siempre algo a la plenitud de Cristo. Y la Iglesia, que tiene que hacerse cuerpo suyo, seguirá en la espera, en la esperanza. Como una invitación a velar en oración y al mismo tiempo para acudir a la misión: Esperamos y preparamos tu venida gloriosa.

Cada uno,  a la luz de Cristo hecha finalmente evidente, se juzgará a sí mismo en su conciencia restaurada y desengañada. Entonces el pecado, anestesiado por mucho tiempo, se hará clamoroso.
 
‘Noli me tangere’ - Corregio (1515)



CREO EN EL ESPÍRITU SANTO

Creer en el Espíritu Santo es mantener que Dios actúa sin cesar. Ese Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, ese Dios de Jesús de Nazaret se revela en una historia. No ha dejado de decirse en la historia de los hombres, no ha dejado de expresarse en las palabras de los hombres; el Espíritu manifiesta la pasión que Dios siente por su creación.

Por ser persona divina, el Espíritu nos hace participar de la vida de Dios. Lo mismo que conocemos al Padre por medio del Hijo, también lo conocemos en el Espíritu. Él nos da acceso al misterio trinitario conformándonos a la imagen del Hijo.  A diferencia del Hijo, el Espírito no es engendrado. Procede del Padre y participa de su gloria. El Espíritu es igualmente señor en su tarea de santificar al mundo. Llena el universo.


 



 CREO EN LA IGLESIA

“Creo en la Iglesia” no es una cuarta proposición complementaria a las tres proposiciones trinitarias. La Iglesia es la primera obra del Espíritu Santo.

Se señalan las características de la Iglesia: Una, Santa, Católica y Apostólica.

Se señala el Bautismo como garantía de salvación.


 
La nueva Jerusalén - Matthias Gerung, 1530-1532
 
Crismones y copones eucarísticos

Elementos de orfebrería utilizados en la liturgia

Conjunto de orfebrería

Las 10 Parroquias del Arciprestazgo Mancha Norte, nuestro Obispo Antonio y el Papa Francisco


No hay comentarios:

Publicar un comentario